AUTOBIOGRAFÍA
Me llamo Leonardo Agustín Torres
Beltrán, nací en Quito, el 1 de agosto
del 2004, ahora tengo 14 años y aquí escribiré los hechos de mi vida, lo que me
ha marcado como persona durante este tiempo que he tenido en la tierra.
Yo creo que mi vida se ve marcada
desde mis 3 años de edad ya que en esos días mi mamá que se llama Cecilia tuvo
la oportunidad de viajar a España por 4 años lo que quiere decir que regresaría
cuando yo tuviese 7 años y efectivamente así pasó………., mi jardín de infantes se
llamaba o se llama aún “Eduard Jhosep Flanagan” pero como en ese tiempo no lo
podía pronunciar le conocimos para mí y todos mis compañeros como “Los Amiguitos Felices”, estoy casi seguro
que para esa época iba a cumplir 4 años. Ahí nos enseñaba nuestra tía Gladys le
decíamos así de cariño, recuerdo que tenía un amigo que vivía al lado de mi
casa, se llama Carlitos Parra, fue mi primer amigo, en ese tiempo nos llevábamos
bien puesto que a esa edad no conocíamos que era el odio ni malos sentimientos,
fue una muy buena época pero todavía no estaba consciente de que mi mamá no
estaba en mi casa, al llegar no había
nadie mas que mi papá y mi hermana, mi papá se llama Miguel Torres y mi
hermana Monserrat, ellos me cuidaron y
me criaron, por parte de mi padre todas
sus enseñanzas y de mi hermana su cariño incondicional, pero sentía que algo
faltaba. Cada día al regresar del jardín
le preguntaba a mi papá ¿Qué hay de comer en la casa? Para lo que siempre me
tenía una respuesta, en ese tiempo mi hermana estaba en el colegio y ella cocinaba
y pasó así un largo rato hasta que terminé el jardín era hora de la escuela,
casualmente había una escuela frente de mi jardín donde estudié se llama Unidad
Educativa Alfonso del Hierro “La Salle” (de Cotocollao) es una escuela
religiosa donde pasé 7 años de mi vida, cuando estuve en primero de básica todo
era diferente nueva escuela, nueva aula, nuevos profesores, nuevos compañeros todos eran caras nuevas en el primer año
conocí a mi primera profesora se llamaba Srta.
María Basantes ella nos enseñó a leer y a escribir, se repitió para segundo grado nos introdujo esos
y otros conocimientos con amor y paciencia, fue la mejor profesora que tuve… ya
para tercer grado cambiamos de profesora
se llamaba Srta. Inés con quien aprendimos operaciones básicas y perfeccionamos
la lectura y escritura era curioso teníamos que llevar un juguete al principio
del año, era para jugar en los días lluviosos, me llevaba bien con un compañero
llamado Félix Calero pero se retiró en segundo grado, pero volvió para tercero,
tenía otro amigo que se llama Aiton Ayala con el que tengo una buena amistad hasta
ahora, con Félix también. Nosotros siempre fuimos 1ero B, 2do B, 3ro B, 4to B, etc.
y teníamos un equipo de fútbol que durante 7 años le ganó al equipo del 1ero A,
2do A, 3ro A, 4to A, pero además del
fútbol existió algo más.……, a mis 7 años luego de clases no tenía nada que
hacer en el verano entonces mi papá me inscribió en una academia de artes
marciales para que esté ocupado, entrenaba Tae-Kwon-Do y la academia se llama Tae-Sho-Ku, fue un deporte que cambio mi vida, hasta hoy,
me enseñaron y sigo aprendiendo muchas cosas,
hay torneos que se realizan cada mes o
cada dos meses en las que he participado ha existido victorias y
derrotas pero si algo aprendí de este deporte es que no eres invencible por todo lo
que haces de pie, eres invencible por lo
que decides hacer luego de que te derriban o que la única vez que pierdes es cuando
dejas de intentarlo, eso es lo que nos hace grandes, desde el verano
del 2011 comenzó esta aventura, desde entonces entreno todos los días. Se iban a cumplir los 4 años que mi mamá fue a
España, recuerdo que regresaría para navidad llegó en la noche después de una
larga espera me negué a dormir y me quede en el sillón de la sala mientras mi
papá iba a verla al aeropuerto el sueño pudo más que mis deseos de verla, al
siguiente día desperté asustado por que me quedé dormido y de pronto estaba ahí
era ella me dio un ataque de emoción fui corriendo y la abrase fui el niño más
feliz de esta tierra, ya estábamos completos sentía mucha alegría ella me dio
la vida y verla me hizo muy feliz luego me acompañó a la que seria mi rutina de
la cual ella tenía idea porque le había contado, fue la mejor navidad de mi vida.
Luego otro proceso séptimo grado, el último de
la escuela, con mi profesor el Dr. Víctor Hugo Maldonado es una gran persona y
un gran maestro, pero en el inicio del segundo quimestre sucedió algo muy
lamentable falleció mi profesora de primer y segundo grado la Srta. María Basantes estaba en el hospital
le diagnosticaron cáncer terminal el que finalmente acabó con su vida, fue un
golpe muy grande aún recuerdo cada detalle de su rostro y su forma de enseñar, tuvimos
que continuar….., casualmente toda esa semana no hizo sol y estuvo gris y
oscuro nada fue igual…., todo se fue normalizando
pero nunca las cosas regresaron a ser lo mismo, en un abrir y cerrar de ojos acabó séptimo y
como era la tradición había un paseo antes del verano por que la mayoría se iba
a cambiar de colegio y con algunos compañeros no nos íbamos a volver a ver, nos
fuimos por tres días a Puerto Quito, fuimos emocionados, al llegar a nuestro
destino todos caminamos hasta llegar al hotel , mis padres me enviaron 15 dólares
eran tres días 5 dólares para cada día lo malo era que había una tienda a unos 30 minutos del
hotel así que teníamos que ir en grupo, fuimos a un río a una cascada estuvimos
en una piscina en un yacusi, lo disfrutamos mucho…., al regreso fue muy triste ya no nos íbamos a
ver excepto con Aiton y otro compañero llamado Randy Sandoval por que ellos
iban al Colegio Central Técnico igual que yo, fue muy triste, ya que después de
7 años de amistad faltaban 20 minutos para despedimos, fue muy decepcionante cuando regresamos a la escuela caímos
en llanto, el consuelo era que algún día hasta por casualidad nos íbamos a ver….,
ese verano fue a mi parecer una de la mas aburridas pasé entrenando y en mi
casa. Esos dos meses pasaron volando entraba al Colegio “Central Técnico” yo no tenía ninguna
preferencia por ningún colegio así que estaba feliz en cualquiera, compramos
los uniformes y a estudiar y ocurrió un dejabu nuevo colegio, nuevo curso,
nuevos profesores, nuevos compañeros, todos nos sentimos raros casi nadie
conocía a nadie, pero alguien tenía que decir algo, pero continuamos en
silencio mucho tiempo, creo que era nuestro deber como humanos sociales romper
el hielo y así sucedió nos fuimos desenvolviendo de a poco y como por arte de
magia ya todos se conocían: los buenos,
los excelentes y los no tan buenos, en octavo no hubo la necesidad de comprar
libros de texto como el Colegio Central Técnico es un colegio fiscal nos daban,
eso fue muy bueno porque en “La Salle”
cada año se gastaban mas de 200 dólares en libros y casi 70 de pensión al mes,
al principio fue complicado porque todos los profesores mandaban tareas al día, pero al tercer mes me
adapté a este nuevo estilo y también al nuevo horario antes estaba en la
jornada matutina ahora en la vespertina y mi horario de entrenamiento en la mañana,
muchas cosas cambiaron pero fue para bien porque mi Colegio es técnico. En la
práctica del Tae kwon Do, el 2018 será mi último año en la categoría menores
(hasta 14 años), por consiguiente era mi última oportunidad de integrar la Selección
de Pichincha y representarla en los
Juegos Nacionales (máximo evento en el país de este deporte), entonces tenía
que esforzarme cada día más, cada año se realizan torneos llamados selectivos,
en el que intervienen los mejores deportistas de cada club, a comienzos de año hay
uno llamado de captación el que
gané, también triunfé en el primer
selectivo oficial, faltaba que triunfe en uno más y estaría integrando la
selección, pero surgió un chico llamado Anthony Gonzales, me ganó en el segundo
y tercer selectivo oficial entonces por empatar con él, tendríamos que ir a definir, una semana antes de este torneo mi entrenadora la
Profesora Patricia Túqueres, a quién agradezco todas sus enseñanzas, que también es árbitro del Ecuador tuvo que ir
a un evento importante y dejó un reemplazo a cargo del club, mientras que mi rival estaba entrenando en el polo de
desarrollo con un entrenador llamado Edgar Borja el cual también me había entrenado
antes del segundo selectivo, toda la semana no entrené casi nada solo esperaba dar
lo mejor de mi pero por tercera vez me
derrotó, el quedaría en la selección ya todo lo vi perdido, cuando un entrenador de la Escuela Tae-Sho-Ku
de la Marín el Profesor Marcelo Ochoa, Jefe de entrenadores de la Concentración Deportiva de Pichincha vio algo
en mí y le recomendó a mi papá que me lleve a entrenar con la selección y probarme,
en ese momento no me sentía bien, ni
quería y tenía ganas de acudir allá, acababa de perder la última oportunidad que
tenía y no había más ya que el siguiente año (2019) seré transferido a la categoría
pre-juvenil y ahí la competencia es 5 veces más difícil, me sería mucho más complicado entrar a la selección, luego
de días de reflexión decidí que lo
intentaría, en la Concentración Deportiva
de Pichincha se hacen evaluaciones a los deportistas para saber si están
absorbiendo los conocimientos, en la primera evaluación yo era el suplente y el
titular no asistió a la evaluación, yo llevaba la ventaja por así decirlo, pero
él siguió siendo el titular, seguía entrenando llegaron las vacaciones de 9no.
año y se tomó otro sistema en la Concentración, cada día entrenaba a doble
jornada en la mañana y en la tarde así fue durante algún tiempo y acabé por
tratarle y conocerme con Anthony un poco más.
Nuestras categorías están separadas por pesos, la mía era hasta 37 kilos y para competir debes pesarte si no das el
peso quedas descalificado por consiguiente tenemos que cuidarnos en la comida, en la Concentración
hay comedor donde almorzábamos todos, en el control del peso que nos
hacían daba 38.900 kilos y no bajaba de peso esto se convertía en un
problema, hasta que un sábado dijeron que antes de los Juegos Nacionales se iba
a realiza un Campeonato Nacional en el cual podían participar también los
suplentes, ese era mi caso y si al suplente de iba mejor que al titular se
hacía un cambio de rol, el suplente iba a Juegos, en ese instante me quedé pasmado tenía miedo y
felicidad me quedé frío.
Estábamos a una semana del campeonato yo tenía otra oportunidad para integrar la Selección, sabía que tenía que ir a sacarme literalmente el sucio en ese tatami para entrar, esa semana del compromiso di el peso 36,700 kg. toda la semana menos el viernes (la víspera del viaje) di 37,100 kg. entonces me asusté mucho y tuve que trotar para bajar de peso sufrí mucho y pase mucho dolor entonces decidí que no echaría a la basura todo por 100 gramos de más, y los bajé, el campeonato fue en la ciudad del Tena, provincia del Napo, cuando llegamos lo que pensaba era “quiero estar en el peso correcto”, tenía temor, Anthony y yo competíamos en la misma categoría, y llegaron las malas noticias era viernes y mi categoría competía el tercer día (domingo) y me pesaban al anterior (sábado), estuve mudo porque tendría que mantenerme un día y medio en el peso no dormí demasiado pero encontré la forma. El siguiente día fue de locos (nunca había estado en un Campeonato Nacional) pelearon mis compañeros ese era otro ambiente no se sentía igual, me pesaba a las 16:00, el día se hizo eterno pero encontré la fuerza en mi familia que me esperaba en casa, me pesé y..… 36,400 kg., di el peso para pelear, dormí mucho más tranquilo y me desperté tarde alcanzamos con las justas a llegar al desayuno, cuando llegamos al coliseo sentí emoción y alegría mi categoría tenia mas competidores así que iba al final, entonces tenía que esperar después de una larga espera comenzaron con mi categoría había muchas provincias pero no me dejé asustar así de fácil, así que me preparé, hasta que llamaron por los parlantes mi nombre, fui a pelear con todo lo que tenía y gané la primera pelea (contra Galápagos), me concentré, me recuperé y listo para el segundo combate también gané (contra Cañar), peleé la semi final del Campeonato (contra Guayas), lo dejé todo en esa cancha y aun así no lo conseguí gane medalla de bronce en el Campeonato Nacional, me sentía bien a pesar de perder llegué muy lejos y eso me hizo feliz y mientras tanto no me había dado cuenta de que Anthony perdió la primera pelea, estaba muy feliz con mi actuación después de todo nada sucedió en vano, valió la pena, me iría orgulloso a casa sabiendo que no fue una derrota sino una ganancia, al regresar a Quito el entrenamiento se reiniciaría de inmediato puesto que el siguiente mes sería los Juegos Nacionales así que comenzaron los concentrados, estos consisten en que tenemos que vivir en la Concentración Deportiva de Pichincha por un cierto tiempo para entrenar y prepararnos mas a fondo y estar listos para ganar esta competencia, oficialmente deje fuera a Anthony de los Juegos Nacionales y me convertí en titular me sentía felíz pero tenía que estar muy preparado para esta competencia ya que las otras provincias también estarían entrenando duro para ganar, el concentrado iniciaba a las 19:00 salía del Colegio y me iban a dejar a la Vicentina, llegaba y merendaba en el comedor, adelantaba deberes e iniciaba una jornada de entrenamiento de 20:30 a 21:30 de la noche, dormía a las 22:00 horas, nos despertaban a las 04:00 de la mañana para entrenar hasta las 05:30, los que tenían estudios en la mañana se iban y se quedaban los que estudian en la tarde para irse luego, ese proceso duró un mes antes de juegos y fue la misma rutina durante ese tiempo, al acercase el final sentí mucha nostalgia del último día del concentrado, remontándonos unas dos semanas atrás en la Concentración Deportiva de Pichincha nos dieron los implementos necesarios para esta competencia: calentador de Pichincha, un uniforme de Tae-Kwon-Do, protecciones para brazos y piernas, una mochila y maleta, guantes, bucal e inguinal, fue muy lindo me emocioné mucho al recibirlos. Y nos embarcamos (domingo) al viaje a Carpuela (Centro de Alto Rendimiento) igual que en el Campeonato Nacional competía el segundo día y me pesaba el anterior, así que tenía que estar concentrado y así daría el peso correcto, el lunes estaba nervioso pero ansioso, trataba de no ver el reloj pero terminaba viéndolo el tiempo parecía eterno pero todo plazo y fechas se cumple llegaron, las 16:00 (hora del pesaje), me pese a las 17:30 porque fuimos la penúltima provincia, di 36 kg. cerrados ni más ni menos estaba realmente sorprendido, de la emoción fui afuera y me compré una empanada de viento con frutaris y quede más que bien servido, dormí pensando en mi familia y que estarían haciendo en ese instante, entre pensamientos me quedé dormido , al siguiente día venía concentrado y listo, el tiempo paso rápido y en un abrir y cerrar de ojos estaba en el coliseo la primera pelea fue muy difícil y me derrotó mi oponente (Provincia de Pastaza), lo dejé todo en ese hermoso tatami, decidí levantarme y apoyar a los demás porque ellos también me apoyaron y lo hice ese día y el siguiente cuando quedamos Campeones Nacionales como Provincia, al regreso a casa, así como en la escuela (al regreso del paseo) sabíamos que no nos íbamos a volver a ver como seleccionados, ni a convivir juntos, lloramos nos emocionamos y nos despedimos, cada uno ahora va por su lado y yo continúo por el mío, hoy 27 de octubre se cumplen 10 días de este suceso para el que esperé 7 años, ahora quiero ascender a cinturón negro en diciembre y comenzar otro año, siempre pensando en ser el mejor en todo.
Estábamos a una semana del campeonato yo tenía otra oportunidad para integrar la Selección, sabía que tenía que ir a sacarme literalmente el sucio en ese tatami para entrar, esa semana del compromiso di el peso 36,700 kg. toda la semana menos el viernes (la víspera del viaje) di 37,100 kg. entonces me asusté mucho y tuve que trotar para bajar de peso sufrí mucho y pase mucho dolor entonces decidí que no echaría a la basura todo por 100 gramos de más, y los bajé, el campeonato fue en la ciudad del Tena, provincia del Napo, cuando llegamos lo que pensaba era “quiero estar en el peso correcto”, tenía temor, Anthony y yo competíamos en la misma categoría, y llegaron las malas noticias era viernes y mi categoría competía el tercer día (domingo) y me pesaban al anterior (sábado), estuve mudo porque tendría que mantenerme un día y medio en el peso no dormí demasiado pero encontré la forma. El siguiente día fue de locos (nunca había estado en un Campeonato Nacional) pelearon mis compañeros ese era otro ambiente no se sentía igual, me pesaba a las 16:00, el día se hizo eterno pero encontré la fuerza en mi familia que me esperaba en casa, me pesé y..… 36,400 kg., di el peso para pelear, dormí mucho más tranquilo y me desperté tarde alcanzamos con las justas a llegar al desayuno, cuando llegamos al coliseo sentí emoción y alegría mi categoría tenia mas competidores así que iba al final, entonces tenía que esperar después de una larga espera comenzaron con mi categoría había muchas provincias pero no me dejé asustar así de fácil, así que me preparé, hasta que llamaron por los parlantes mi nombre, fui a pelear con todo lo que tenía y gané la primera pelea (contra Galápagos), me concentré, me recuperé y listo para el segundo combate también gané (contra Cañar), peleé la semi final del Campeonato (contra Guayas), lo dejé todo en esa cancha y aun así no lo conseguí gane medalla de bronce en el Campeonato Nacional, me sentía bien a pesar de perder llegué muy lejos y eso me hizo feliz y mientras tanto no me había dado cuenta de que Anthony perdió la primera pelea, estaba muy feliz con mi actuación después de todo nada sucedió en vano, valió la pena, me iría orgulloso a casa sabiendo que no fue una derrota sino una ganancia, al regresar a Quito el entrenamiento se reiniciaría de inmediato puesto que el siguiente mes sería los Juegos Nacionales así que comenzaron los concentrados, estos consisten en que tenemos que vivir en la Concentración Deportiva de Pichincha por un cierto tiempo para entrenar y prepararnos mas a fondo y estar listos para ganar esta competencia, oficialmente deje fuera a Anthony de los Juegos Nacionales y me convertí en titular me sentía felíz pero tenía que estar muy preparado para esta competencia ya que las otras provincias también estarían entrenando duro para ganar, el concentrado iniciaba a las 19:00 salía del Colegio y me iban a dejar a la Vicentina, llegaba y merendaba en el comedor, adelantaba deberes e iniciaba una jornada de entrenamiento de 20:30 a 21:30 de la noche, dormía a las 22:00 horas, nos despertaban a las 04:00 de la mañana para entrenar hasta las 05:30, los que tenían estudios en la mañana se iban y se quedaban los que estudian en la tarde para irse luego, ese proceso duró un mes antes de juegos y fue la misma rutina durante ese tiempo, al acercase el final sentí mucha nostalgia del último día del concentrado, remontándonos unas dos semanas atrás en la Concentración Deportiva de Pichincha nos dieron los implementos necesarios para esta competencia: calentador de Pichincha, un uniforme de Tae-Kwon-Do, protecciones para brazos y piernas, una mochila y maleta, guantes, bucal e inguinal, fue muy lindo me emocioné mucho al recibirlos. Y nos embarcamos (domingo) al viaje a Carpuela (Centro de Alto Rendimiento) igual que en el Campeonato Nacional competía el segundo día y me pesaba el anterior, así que tenía que estar concentrado y así daría el peso correcto, el lunes estaba nervioso pero ansioso, trataba de no ver el reloj pero terminaba viéndolo el tiempo parecía eterno pero todo plazo y fechas se cumple llegaron, las 16:00 (hora del pesaje), me pese a las 17:30 porque fuimos la penúltima provincia, di 36 kg. cerrados ni más ni menos estaba realmente sorprendido, de la emoción fui afuera y me compré una empanada de viento con frutaris y quede más que bien servido, dormí pensando en mi familia y que estarían haciendo en ese instante, entre pensamientos me quedé dormido , al siguiente día venía concentrado y listo, el tiempo paso rápido y en un abrir y cerrar de ojos estaba en el coliseo la primera pelea fue muy difícil y me derrotó mi oponente (Provincia de Pastaza), lo dejé todo en ese hermoso tatami, decidí levantarme y apoyar a los demás porque ellos también me apoyaron y lo hice ese día y el siguiente cuando quedamos Campeones Nacionales como Provincia, al regreso a casa, así como en la escuela (al regreso del paseo) sabíamos que no nos íbamos a volver a ver como seleccionados, ni a convivir juntos, lloramos nos emocionamos y nos despedimos, cada uno ahora va por su lado y yo continúo por el mío, hoy 27 de octubre se cumplen 10 días de este suceso para el que esperé 7 años, ahora quiero ascender a cinturón negro en diciembre y comenzar otro año, siempre pensando en ser el mejor en todo.






